crimen en celuloide

Cuando dirigir, financiar, actuar, comprar un boleto para ver, o verse implicado de manera alguna en una película constituye un crimen que debería ser penado por la ley.

Tuesday, September 26, 2006


PHAT GIRLZ (2006)
Director de nombre impronunciable y mención irrelevante

¡Una comedia ligera! ¿Porqué figura en esta lista? ¿No indultábamos de inicio la vulgaridad de las comedias norteamericanas promedio, por el simple y valioso hecho de que nos hacen reir?
Bueno, amigo cinéfilo, éste esperpento ha cometido numerosos crímenes en contra de quienes hemos tenido la desgracia de verlo, que le han hecho acreedor de una mención en nuestra lista (aparte del hecho de que no hace reír).
Ser gordo no es bonito. Con el perdón de quienes se vean aludidos, tener la cintura más grande que el tórax es una desgracia social y de salud. Quien es obeso no debe sentirse orgulloso por ello, del mismo modo que quien es diabético no tiene porqué olvidarse de todo y vivir "como Dios lo hizo". Ambas son personas enfermas, con un desorden metabólico o de alimentación, viven menos años y son menos felices, en promedio, que las personas que mantienen un peso saludable.
La peli en cuestión cuenta la fábula de una obesa african-american woman, cuyos sueños de realización profesional y sentimental se ven obstaculizados por sus toneladas de grasa corporal. Es entonces cuando, humillaciones y chistes de dudoso humor de por medio, gana unas vacaciones en un hotel cinco estrellas, donde conoce a un hercúleo galán que queda prendado de ella, ignorando a su prima delgada y fashion (que está más buena que la madre Teresa de Calcuta), y que le enseña a quererse y valorarse tal como es. Vamos, que hasta me parece oír a Cristina Aguilera, desde su Olimpo de figuras perfectas como ella sola, cantarle “you are beatiful” a las paquetonas, feazos, frikis y demás estética y socialmente impedidos que salen en su video. Es así que en los quince minutos finales se cumplen todas las expectativas de la protagonista, incluida una aceptación a nivel mundial de la obesidad como patrón de la moda. Hasta toma un avión con sus amigas (la verdad es que no vi la necesidad de que se subieran a un avión, ya que en esta película los chanchos vuelan) y llega hasta Nigeria, donde se matrimonia y es debidamente cepillada por el galán que la valoró desde un inicio.
No tengo nada en contra con la gente obesa. Al contrario, me siento más próximo al bando de los socialmente limitados que de los obsesos de la moda y del maquillaje, vegetarianos estrictos, esclavos de gimnasio y demás seres igualmente detestables. Pero me parece una enorme inocentada, por no decir una cachetada a la gente que vive la tragedia griega de ser obeso, pretender que, de la noche a la mañana, los cánones de lo visualmente atractivo van a cambiar a favor de la balanza. Eso probablemente no pase nunca. Somos humanos, somos egoístas, somos vanidosos. Tendemos a valorar las cosas por como se ven. Eso no va a cambiar. Así que amigos con sobrepeso, busquen una solución a su problema. Créanme que sé lo fácil que es decir baja de peso y otra cosa hacerlo, pero tengan por seguro que, de llegar a un final feliz, su recompensa será mayor aceptación social, mayor respeto, mayores oportunidades laborales, mayor chance de atraer al sexo opuesto, mayor amor por uno mismo. Y, aunque a algunos les parezca poco relevante, mayor esperanza de vida y de salud.

Sunday, July 23, 2006



La Última Batalla (Jorge Mauro de Oliveira, 2002)
Preparaos.
Durante una reunión con mis amigos adventistas (excelentes personas, casi todos ellos) me vi comprometido a expectar este horror fílmico, pésimamente actuado y peor dirigido, lo cual era de esperarse, pues la película es un mero vehículo de propaganda de las convicciones de la iglesia adventista. La trama incluye a jóvenes idealistas perseguidos como criminales y torturados (en salas de tortura de la inquisición) por algo tan pedestre como seguir el sábado y no el domingo. Ésta es la peor película que yo haya visto. Valga de motivo, al menos, para una pequeña reflexión:
La religión es una práctica exclusiva de la especie humana, consistente en la creencia en uno o más seres superiores, que han tenido una intervención decisiva y no documentada en la historia humana, y directa o indirectamente, ordenan pautas de comportamiento más o menos rígidas cuyo cumplimiento determina el futuro post-mortem del individuo. ¡Entre muchas otras cosas! No hay problema con la religión. Es decir, si eres un adulto, consciente de sus actos, libre de elección, no hay nada de malo en decidirte por la fe en un ser supremo de la amplia gama disponible en la actualidad. Si por otro lado utilizas la fe del prójimo para llenarte los bolsillos, eres un sivergüenza y merecerías pudrirte en la cárcel. Fuera de ese pequeño detalle, nada de malo. Eso sí, si deseas convencer al resto de que se una a tu club, deberás presentar argumentos válidos, plausibles, o por lo menos DE PESO para garantizar la concurrencia de individuos pensantes a tu iglesia. Si, por el contrario, te vales de argumentos simplones ("si te portas mal, te vas a quemar en el infierno"), subjetivos ("dios existe porque lo siento en mi corazón"), redundantes ("la biblia es verdadera porque así dice la biblia"), o ridículos ("la evolución es una mentira, todos nacemos de adán y eva"), no esperes demasiada materia gris dentro de tu auditorio. Agréguense prácticas sin sentido ("no comerás animales impuros como el pato") y hasta peligrosas ("no te harás transfusiones de sangre"), contrata a un charlatán experto en impresionar a los mentalmente limitados y estás listo para comenzar a cobrar diezmos, vender CDs y videos evangélicos, celebrar misas de sanación y pedir favores políticos y económicos a tus adeptos bien colocados. Porque de algo hay que vivir ¿no?.
Una vez más: Esta película es una pérdida ABSOLUTA de tiempo, y está prohibida por la FDA, ya que se ha comprobado que verla disminuye el número de neuronas activas en el cerebro. Estás advertido.

Monday, July 17, 2006

Harry Potter and the Chamber of Secrets
Chris Columbus (2002)
El mundo de la fantasía ha sido abordado por el séptimo arte con excelentes resultados (The Dark Cristal, Legend, The Neverending Story, Lord of the Rings), y con otros realmente desafortunados. Es curioso que iniciando este artículo no recuerde ninguno de estos últimos. Probablemente porque un escape a mundos extraños y habitados por seres imposibles, tiene pocas posibilidades de aburrir al espectador. Ya sea por la riqueza del material en que se basa la película (en este caso, las novelas de J.K. Rowling) o por el cuidado en la recreación de los detalles, es que siempre hay algo que ver en una de estas películas. Al fin y al cabo, la espectacularidad de las batallas y las criaturas de pesadilla que engalanan las nueve horas del Señor de los Anillos, nos hacen pasar por alto el mediocre guión y la narrativa meramente repetitiva.
Es por ello que no recuerdo con desagrado la primera entrega de la saga de Harry Potter. La sala de cine y la canchita con la novia y los hermanos pequeños, rodeados de similares grupos que reían y aplaudían las hazañas del pequeño mago. En fin, una tarde de sano entretenimiento. No importaba la precariedad de los diálogos, ni que la búsqueda de la piedra filosofal llegara a hora y media de metraje, sin que le interese a nadie, ni que la mitad de niños roncaran como congresistas hacia el final de la película. Chris Columbus es un director mediocre, de quien sólo se espera sostenga el megáfono para que se oigan las órdenes de los gerentes del estudio, a quienes evidentemente les tenía sin cuidado poner algo de calidad en un blockbuster que de todas formas todos iban a ir a ver. ¿Para qué molestarse en pensar?
Sin embargo, presentados los personajes, explotado el primer momento de asombro mientras la platea se asoma al mundo de Harry Potter, la segunda película dependía esta vez simplemente de la solvencia con que se manejara una historia, un poco larga, pero de modo alguno un desafío para alguien que ostenta el título de director de cine.
¿El resultado? Un culebrón interminable de correrías y desventuras de niños-actores mal orientados. Un bostezo de 160 minutos de duración. Un bodrio sin ninguna escena memorable. Un… mejor lo dejamos ahí.

Thursday, July 06, 2006


Luego de un auspicioso comienzo, había olvidado mi blog, pues no se me ocurrían más películas que merecieran ocupar un lugar en él. Por supuesto que había malas. Es mas, 95% de las películas que se producen son basura, pero por algún motivo no destacaba ninguna en especial. Y es que en estos temas, soy exigente hasta lo obsesivo. Este blog se ha creado para reportar películas especialmente malas. Es decir, que no tengan mérito alguno posible. Ni actuación. Ni guión. Ni una sonrisa forzada al auditorio. Películas tan malas que rayen en lo obsceno. Desesperaba en mi búsqueda, cuando encontré que pasaban ESTO por televisión. Eureka. Había encontrado el siguiente crimen en celuloide.

PATCH ADAMS (Tom Shadyac, 1998)
Critico este adefesio desde el objetivo punto de vista que me permite mi profesión. ¿No lo sabían? Soy médico. Y en mis años de práctica he visto que un colega se pasee por el servicio haciendo necedad tras necedad. A los pacientes no les agrada eso. Ellos no quieren un payaso, de quererlo habrían ido al circo y no al hospital. Ellos quieren alguien al tanto de sus enfermedades. Que se las explique de manera que ellos las entiendan. Para 24 horas de huachaferías está el canal de Televisa, yo quiero un médico serio, competente, que lea medicina interna y terapéutica y no el libro gordo de Petete.
¿Como? ¿El personaje existió? Por supuesto. Hunter "Patch" Adams es un médico norteamericano, actor, activista social, diplomático, fundador del instituto Gesundheit, para manejo alternativo de enfermedades como el cáncer. Robin Williams (actor insoportable donde los haya), remueve todos los aspectos interesantes del personaje real y deja al bufón, limpio y llano, haciendo gala de un humor burdo e inocentón, llevando a cabo bromas y chanzas sin tener en cuenta lo ridículas o impensables que puedan resultar (el hombre confecciona una vagina gigante en la entrada del auditorio durante un congreso de ginecólogos – en una noche). En esta película no hay arte. Ni siquiera, aunque lo pueda parecer, buenas intenciones. La única intención era llenar la sala de cine con niños y sus padres, quienes al final seguramente habrían de comentar la moraleja de la historia, y lo malos y depravados que somos los médicos que no nos carcajeamos en la sala de enfermos terminales.
Después de ver esta película empecé a vomitar sin control y se me desencadenó tal diarrea explosiva que me tuvieron que llevar al hospital para rehidratarme. Tengan por seguro que, en ese momento de supremo sufrimiento, lo último que yo quería ver era a un idiota con nariz de payaso.

Sunday, June 25, 2006

Otro ejemplo de desperdicio de recursos.
http://www.riff-fanzine.com/InfoArticulo.php?idArticulo=50

Saturday, June 24, 2006



THE CORE (Jon Amiel, 2003)
Cliché: Lugar común, idea o expresión demasiado repetida o formularia. (RAE, 2006)
El cine comercial está plagado de clichés. No es extraño, pues los productores apuntan al hecho de que al consumidor le agrada lo que ya conoce. El ejemplo clásico es la película de terror adolescente en la que NECESARIAMENTE debe haber uno o más desnudos femeninos. A veces el director tiene la delicadeza de justificarlos, la mayoría de veces no. Esto, aparte de lo mencionado, responde a otro requerimiento del auditorio. Tetas, para ser más preciso.
¿Comprendieron el concepto del cliché? Bueno, esta película los tiene TODOS. A saber:
- Hechos sobrenaturales reñidos con los conceptos más elementales de la ciencia (*).
- Estos hechos sólo son develados por científicos americanos
- El planeta entero está en peligro, pero sólo los americanos toman medidas al respecto
- El equipo salvador está compuesto por:
1. Científico joven y desfachatado, que al principio de la película se encuentra dando clases a sus alumnos, que le aman y le respetan.
2. Mujer-científico, con Doctorado en Física Cuántica a los 21 años. Delgada y sexualmente apetecible.
3. Científico colega del número 1, con el que se lleva bronca pero deberán trabajar juntos, pues el destino de la tierra está en juego. Es muy antipático, y está interpretado por Stanley Tucci.
4. Personaje negro, socialmente aceptable, pero que realmente no hace mucho por la misión.
5. Genio hacker adolescente capaz de penetrar los archivos del pentágono, pornofílico y respondón, pero se le aguanta porque es el único capacitado para dirigir la misión.
- Los conflictos de carácter personal entre los científicos, así como las escenas de tensión sexual entre el protagonista y su guapa compañera de reparto tienen lugar al margen de si el momento es oportuno o no (por ejemplo, la nave va a explotar o algo por el estilo).
- Los chistes de mal gusto y las frases supuestamente graciosas también son extremadamente inoportunas.
- El gobierno norteamericano dirige la misión a través de su presidente. Todos los demás países son meros espectadores.
- El personaje negro muere a medio metraje, sin que a nadie le incomode especialmente.
Y asi podríamos seguir todo el día.
(*) En la University of British Columbia (Canadá), se proyecta esta película a los estudiantes de ciencias para ilustrarlos en las barbaridades que perpetraron los guionistas, quienes contaron con la asesoría de un Fisico de esta misma universidad para elaborar el guión.


THE ISLAND (Michael Bay, 2005)
Iniciando el salón de la infamia, una de las peores películas que he visto en los últimos años.
No es que las películas de Michael Bay sean especialmente malas. Es cierto que ya nos había regalado esperpentos como Pearl Harbor (2001) y Armageddon (1998), pero sus films no pasaban del usual truño hollywoodense, cuya receta por todos conocida (agréguense grandes cantidades de explosiones, persecuciones y efectos especiales, revolviendo con actores conocidos y salpicando con algunos trocitos de argumento) es común y corriente en las salas repletas de comedores de palomitas cuya intención es desenchufar el cerebro por dos horas y olvidar sus problemas con una película ligera. No es pecado. Es entretenimiento.
Lo que SI es condenable y penalmente punible (o debería serlo) es plagiar una idea interesante (Coma - Michael Crichton, 1978), contar con actores conocidos y competentes (Scarlett Johansson no estaba lejos de su Lost in Translation) y con un presupuesto que ya lo quisiera un país tercermundista en su programa de salubridad, y echar todo por la borda: idea, actores, billete, entregando un producto pródigo en explosiones, situaciones inverosímiles (aún para los estándares de la ciencia ficción), explosiones, vehículos destrozados, balazos, explosiones e inconsistencias. ¿Mencioné las explosiones?
Hay un momento y un público para este tipo de películas, y pienso que el cine de este director está plenamente dirigido a éste sector. Es como estar de borrachera con los amigos y tirarte un pedo. No esperarían que recitaras a Shakespeare, ¿no?. Sin embargo, este fallido y olvidable film tampoco funciona a este subnivel.
Y es que si tenemos una persecución a 200 Km por hora, en una autopista futurista, con explosiones a cada costado, Ewan McGregor, cuatro motos voladoras escupiendo armas teledirigidas, un helicóptero con mercenarios dominando la escena; y AÚN ASÍ sigue siendo una escena aburrida, estamos frente a una película mala. Muy mala.

Thursday, June 22, 2006


PORQUÉ UNA PELÍCULA ES MALA
Como todo en la vida, el éxito se basa en la consecución de las metas trazadas.
Basado en esta premisa, considero una película MALA a toda aquella que no cumpla con su razón de ser. Esto es, con sus pretensiones.
No podemos decir, por ejemplo, que Scary Movie (Keenen I. Wayans, 2002) sea una mala película, ya que su concepto no implica otra cosa que un rato de esparcimiento, poniendo como condición que el espectador se atenga a las limitaciones de un nivel de humor bastante bajo. Esto es, puedes criticarla y zurrarte en la nula dirección de actores, o las bromas escatológicas (como en su momento lo hicieron innumerables críticos e intelectualoides), pero si al verla te reiste y gozaste como un cerdo, ESE era el objetivo del film, y estuvo plenamente conseguido. Pueden haber muchas otras razones por las cuales una película deba ser condenada, pero el aspecto mencionado es el fundamental, al menos en este blog.
Bienvenidos, entonces, a mi humilde contribución al saneamiento del septimo arte. Algunas películas son malas, pero merecen verse al menos por curiosidad. Que quede claro que las películas aquí mencionadas NO TIENEN ATRIBUTO ALGUNO QUE JUSTIFIQUE SU VISIONADO. Sólo son dos horas de tu vida que nunca tendrás de regreso. Quedas advertido.